Kausser
Como ves, en los últimos años de su vida, hizo todo. Casi todo. Pero H. Hausser fue hasta el encuentro lo peor de su mitad. Por eso ella terminó matándolo de la manera más humillante que pudo.
Lo olvidó.
H. Hausser se pasó entonces copiándole sus maneras para ver si conseguía devorar de nuevo su atención. Pero fue insuficiente y brutal. Lleno de malas metáforas, lleno de mediocridad. Hausser, desesperado, propuso hasta cambiar su nombre reemplazando la H por la K.
Lo olvidó.
H. Hausser se pasó entonces copiándole sus maneras para ver si conseguía devorar de nuevo su atención. Pero fue insuficiente y brutal. Lleno de malas metáforas, lleno de mediocridad. Hausser, desesperado, propuso hasta cambiar su nombre reemplazando la H por la K.
(intersticios)
2
Ella lo miró fijo con atención en su cara de miento: ya no Kausser, ya no me toca a mí condenarte. Dio la vuelta, cruzó hacia un frente y nunca más miró.
Ella lo miró fijo con atención en su cara de miento: ya no Kausser, ya no me toca a mí condenarte. Dio la vuelta, cruzó hacia un frente y nunca más miró.
Esto no hay que comenzarlo de nuevo.
(Hay tantos alemanes dando vueltas por la ciudad).
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